
Dedicado a Facu, un amigo, al que voy a extrañar mucho...aun!
Atrás de esa ventana, (que es solo nuestra y hay una para cada uno), podemos esconder lo que queremos... desde nuestros secretos mas tristes, hasta nuestras fantasías totalmente inconfesables.
Pero a medida que vamos guardando algunas cosas atrás de la ventana, hay otras que vienen a invadir nuestro mundo de lo cotidiano, desarmando toda rutina sin pedir permiso y no siempre de buen modo, para bien o para mal, eso es inevitable.
Una vez que algo traspasa para este lado de la ventana, se deja ver y conocer (de a poco) primero por el dueño de la venta, y después por quienes lo rodean. Ese conjunto de cosas que habitan en lo cotidiano, son las que forman a la personalidad que mostramos y quienes creemos que somos. Sin embargo lo que queda atrás de la ventana, en conjunto con algo de lo que esta adentro, es lo que somos en realidad, sin dejar de tener en cuanta que la mayoría de las veces ni nosotros mismos sabemos quienes somos y donde esta el limite entre un mundo y el otro, debemos saber que siempre vamos a estar atrás de nuestra ventana, nada mas falta levantar la persiana.